-Byron, ya no puedo, noto que no, se acabó, no puedo seguir así.
-Catherine, ahora no,¿justo ahora te vas a rendir?, ¿Cuándo algo sale mal, vas tú y lo echas todo a perder?
-No era fuerte, ni lo soy, me duele ser yo.
-Deja de decir tonterías, eres muy fuerte.
Catherine ando y se asomó al balcón ,ya era de noche, Bayron la siguió.
-Mira al cielo, ¿ves todas esas estrellas?
-Si.
-Pues algunas, dejaron de brillar hace mucho tiempo.
-Entonces...¿Están muertas?
-Sí,podría decirse, pero alguna vez brillaron tanto,fueron tan fuertes, que su energía sigue en el espacio y las seguimos viendo en el firmamento.Lo mismo ocurre con las personas, hay algunas que son tan grandes, tan importantes, que aunque mueran, siempre -estarán en nuestros corazones.
-¿Cómo sabes eso?
-Alguien ,hace mucho tiempo me lo dijo.- Respondió Bayron.
Por un momento Catherine dejo de llorar, se secó las lágrimas y se dejó llevar por el aire frío de invierno, cerró los ojos, y dejó la mente en blanco.
-Te necesito.
Catherine abrió los ojos y le observó.Le vió a él, sentado a su lado y cogiéndola de la mano, con la cabeza baja,mirando como sus manos entrelazadas parecían piezas de puzzles perfectamete encajadas. Catherine le subió suavemente la cara por la barbilla.
-Y yo a ti.- Unas simples palabras claras y sinceras fluyeron de los labios de Catherine.
Los dos chicos sentados en el suelo,juntos, mirando aquella noche de invierno con el cielo estrellado. Ya no había lágrimas, no había dolor, por un momento dejaron de lado aquellas cartas y aquellas fotos, y se juntaron para ser una sola persona, no tenia miedo, se sentían protegidos uno por el otro, ellos en frente del mundo.
-Quiero ser esa persona a la que tengas miedo a perder.- Las palabras salieron de la boca de Bayron.
-Tengo miedo ha perderte, tengo miedo a verme sola, sin tí, sin nadie que me proteja, ni me entienda como tú lo haces.
-No tengas miedo princesa,jamás te dejaré sola.
Aquellas palabras se fundieron en abrazos que pronto se convertirían en besos.
El silencio reino aquel tiempo, solo se oían los latidos de sus corazones unidos desde aquel 24.
-No quiero irme.- Murmuró la chica mirándole a los labios.
-No lo hagas.
-¿Y si estamos así para siempre?
-En cualquier sitio lo estaría mientras fuese contigo.
Un beso inundó la mejilla de Catherine, ella se sentía protegida alrededor de sus brazos, poco a poco cerró sus ojos apenas sin darse cuenta, y posó su pequeña cabeza en el hombro del chico que la hacía sentirse fuerte y protegida.
-Catherine, ahora no,¿justo ahora te vas a rendir?, ¿Cuándo algo sale mal, vas tú y lo echas todo a perder?
-No era fuerte, ni lo soy, me duele ser yo.
-Deja de decir tonterías, eres muy fuerte.
Catherine ando y se asomó al balcón ,ya era de noche, Bayron la siguió.
-Mira al cielo, ¿ves todas esas estrellas?
-Si.
-Pues algunas, dejaron de brillar hace mucho tiempo.
-Entonces...¿Están muertas?
-Sí,podría decirse, pero alguna vez brillaron tanto,fueron tan fuertes, que su energía sigue en el espacio y las seguimos viendo en el firmamento.Lo mismo ocurre con las personas, hay algunas que son tan grandes, tan importantes, que aunque mueran, siempre -estarán en nuestros corazones.
-¿Cómo sabes eso?
-Alguien ,hace mucho tiempo me lo dijo.- Respondió Bayron.
Por un momento Catherine dejo de llorar, se secó las lágrimas y se dejó llevar por el aire frío de invierno, cerró los ojos, y dejó la mente en blanco.
-Te necesito.
Catherine abrió los ojos y le observó.Le vió a él, sentado a su lado y cogiéndola de la mano, con la cabeza baja,mirando como sus manos entrelazadas parecían piezas de puzzles perfectamete encajadas. Catherine le subió suavemente la cara por la barbilla.
-Y yo a ti.- Unas simples palabras claras y sinceras fluyeron de los labios de Catherine.
Los dos chicos sentados en el suelo,juntos, mirando aquella noche de invierno con el cielo estrellado. Ya no había lágrimas, no había dolor, por un momento dejaron de lado aquellas cartas y aquellas fotos, y se juntaron para ser una sola persona, no tenia miedo, se sentían protegidos uno por el otro, ellos en frente del mundo.
-Quiero ser esa persona a la que tengas miedo a perder.- Las palabras salieron de la boca de Bayron.
-Tengo miedo ha perderte, tengo miedo a verme sola, sin tí, sin nadie que me proteja, ni me entienda como tú lo haces.
-No tengas miedo princesa,jamás te dejaré sola.
Aquellas palabras se fundieron en abrazos que pronto se convertirían en besos.
El silencio reino aquel tiempo, solo se oían los latidos de sus corazones unidos desde aquel 24.
-No quiero irme.- Murmuró la chica mirándole a los labios.
-No lo hagas.
-¿Y si estamos así para siempre?
-En cualquier sitio lo estaría mientras fuese contigo.
Un beso inundó la mejilla de Catherine, ella se sentía protegida alrededor de sus brazos, poco a poco cerró sus ojos apenas sin darse cuenta, y posó su pequeña cabeza en el hombro del chico que la hacía sentirse fuerte y protegida.